La carencia en una hipoteca puede ser una buena alternativa en caso de sufrir un apuro económico, aunque es importante tener en cuenta que implica determinados costes a los que en el futuro deberás hacer frente. En el post de hoy, exponemos qué es el periodo de carencia en una hipoteca y en qué casos se puede solicitar.
¿Qué es periodo de carencia en una hipoteca?
El periodo de carencia en una hipoteca es el plazo de tiempo durante el cual la entidad financiera ofrece la posibilidad de dejar de pagar las cuotas de una hipoteca, ya sea parcial o totalmente.
- En caso de una carencia de hipoteca parcial, únicamente se debe hacer frente al pago de los intereses pactados.
- En una carencia de hipoteca total, también conocida como moratoria hipotecaria, se deja de pagar la cuota de la hipoteca en su totalidad. Es decir, durante el periodo de tiempo acordado, no se devuelve el capital, ni se pagan los correspondientes intereses.
Como comentamos, la carencia puede ser una buena opción en caso de que existan serias dificultades para hacer frente al pago de las cuotas temporalmente y sea necesaria su reducción o aplazamiento para que se puedan afrontar los futuros pagos de la hipoteca. Por tanto, aunque el periodo de carencia puede solicitarse en cualquier momento después de la firma, en determinadas ocasiones, tiene lugar al inicio del préstamo. De esta manera, los hipotecados cuentan con cierto desahogo tras la compra de una vivienda. En cualquier caso, no se debe olvidar que la carencia es una ayuda puntual.
Cabe destacar que no todas las entidades financieras ofrecen la posibilidad de pedir una carencia en la hipoteca. Igualmente, los plazos de tiempo que puede abarcar también pueden variar de una entidad a otra, así como los requisitos para su concesión. Es importante tener en cuenta que cada entidad puede fijar y negociar sus condiciones.
Ventajas y desventajas de las carencias
La principal ventaja del periodo de carencia en una hipoteca es obvio y es que permite superar un bache económico sin el miedo o el riesgo que supone el impago de las cuotas de una hipoteca.
Sin embargo, tal y como comentamos al inicio del post, antes de solicitar una carencia, es importante tener claro los costes a los que se deberán hacer frente en el futuro. Una vez superado el periodo de carencia, suele ser habitual el aumento de las cuotas e intereses al tener que amortizar la hipoteca en un menor plazo de tiempo.
Por su parte, tras solicitar un periodo de carencia, se debe realizar una nueva novación de la hipoteca y volver a definir las condiciones del préstamo. Este trámite también puede conllevar algunos costes, al igual que en la firma del contrato.
Solicitar una carencia en préstamo hipotecario
Hoy en día, cada vez es más difícil conseguir una carencia hipotecaria con una entidad bancaria tradicional, dados sus exigentes requisitos. Los bancos sólo avalan operaciones en las que no existe prácticamente riesgo y en las que pueden tener la garantía de ver devuelto el préstamo en el plazo de tiempo acordado.
Por ello, la financiación privada se convierte en una alternativa cada vez más demandada entre particulares y empresas. Otra de sus grandes ventajas es que ofrece una mayor flexibilidad a la hora de devolver el préstamo. Además, normalmente no tiene un importe máximo, con lo que se puede solicitar la cantidad que sea necesaria.
Para más información sobre la carencia o los préstamos hipotecarios, no dudes en contactar con nosotros. Como expertos en financiación privada, podremos asesorarte sobre la solución más adecuada a tus necesidades. Siempre miramos por tus intereses y nuestro objetivo es que la operación acabe de forma exitosa para todas las partes.